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La democracia actual está basada en una antigua costumbre verdulera griega consistente en salir a la plaza del pueblo y expresar el sentimiento interno de cada uno libremente, ya fuere berreando o tirando tomates.
Éste sentimiento iba acompañado de espadazos, insultos e injurias astrales por parte de los griegos, astrales porque ellos creían en los astros y griegos... Porque eran muy griegos.
La democracia moderna se basa generalmente en dos bandos aristocráticos que, lejos de tener una rivalidad real y unos objetivos diferentes, persiguen el mismo fin: nutrirse del dinero de los contribuyentes durante un periodo indefinido de años.
En ocasiones hay más bandos que luchan por el poder y por el dinero de todos, los cuales se asocian a los grandes para ver si ellos también pueden rascar algo del pastel que el pueblo hace día a día con el sudor de sus manos y de sus pies.
Estos bandos usan este dinero en poner la foto de su líder en panfletos en sus propagandas y en cantidad de trajes y giras, ya sea de oposición o gobierno, a la costa del erario público.
Aunque la democracia actual tiene ya poca credibilidad en el pueblo llano ya que podrían tomarse otro tipo de procedimientos más acordes con nuestros tiempos, como el voto seguro por internet y la presentación libre de candidatos, la democracia representativa sigue todavía en liza pese a estar acabada cual manzana podrida y hedionda.
Los líderes aristocráticos suelen ser hijos de familia rica, malcriados, aburridos y con complejo megalomaníaco. Éstos, lejos de tener una formación e ideales decentes, basan sus candidaturas en frases célebres con las tratan de embaucar al pueblo para poder gobernar.
En otras ocasiones, los líderes pueden subir directamente al poder sin rascar bola o incluso, fíjate, haciendo las cosas rematadamente mal, a propósito incluso, y para beneficio propio en todos los casos. Véase los pucherazos del PSOE en tierras andaluzas o extremeñas, o el éxito del partido Gil en los 90, basta poner un gordo en la tele rodeado de tías en pelotas en un jacuzzi para obtener votos. Eso sí que es un programa electoral y no las 100 medidas contra el gobierno socialista del PP.
Este tipo de esperpentos suele abundar en el sur, debido a la incultura política de las regiones meridionales en general. En las regiones septentrionales, existe una cultura política más corrupta y perversa, que consiste en el nacionalismo de chantaje contínuo, es decir, el "yo me quiero independizar, pero bueno, si me das dinero y poder, lo mismo nos seguimos tratando y hasta me sigo llamando España".
Los líderes y el sistema actual son rara vez puestos a prueba pese a su probado fracaso, sobre todo debido al miedo a perder las comodidades de la sociedad actual, tales como el sillón bol, las tapas y el Gran Hermano o Factor X de turno.
La democracia según Aznar era un principio básico ligado a la dictadura militar. Desafortunadamente, una acción brutal y aislada, los atentados de Madrid por culpa de unos putos salvajes, acabó con un reinado de falsa democracia que pretendía seguir en pie y llevar a cabo planes como volar Gibraltar con un misil a lo Torrente, eliminar las lenguas locales (aberración eso de politizar algo tan bonito como las lenguas) y finalmente torturar hasta la muerte al creador del Opening.
El peinado y bigote de Aznar crearon estilo y no hay pijo que en su vida no haya llevado un pelado a lo Cabanillas. Fact.
Según Zapatero, la democracia es un sistema político de enormes ventajas sociales: cafés a 80 céntimos, subsidios por no dar un palo al agua, dinero por parir como conejos, operaciones gratis por cortar pichas y en definitiva la legalización del mariconeo, cuanto más, mejor; cuanto más soez y bajuno, más publicitado. El día del Orgullo Gay sustituyó a la fiesta de la Hispanidad y el delincuente Rubalcaba se convirtió en el nuevo Beckham, ídolo de los niños y deseado por las mujeres.
Según Sostres, la democracia consiste en poder ser un solemne gilipollas que presume ante niños de su pedofilia. Este personajillo seboso y flatulento posee claramente la competencia mental de una nuez picada y fue parido en una orgía demoníaca con música de los Chunguitos para invocar al Diablo.
Desgraciadamente la democracia no existe para los chinos en Chinolandia, y como no había sitio para meterlos a todos en casas, tuvieron que buscar recursos tales como las pequeñas cabinas telefónicas locales para habilitar espacio vital.
En españa, las cabinas son más espaciosas porque Timofónica controla todo el mercado sudamericano a base de monopolizar ilegalmente primero Ejpaña en los ochenta, luego Sudamérica en los noventa. Éste fue un factor clave de inmigración de chinos, que decidieron montar aquí sus tiendas de ropa y sus restaurantes, con pan de gamba, piquitos y licor de lagarto. Especialmente interesante es el buda de oro que te dan a los 60 puntos, tras haber comido más arroz que un panda asiático.La democracia Cani es probablemente una de las democracias más pragmáticas que se han puesto en práctica en nuestro país, especialmente en la zona meridional.
Según la legislativa cani, las competencias locales de las cohortes son directamente proporcionales a la impedancia del sub-woofer en el buga. La jurisprudencia y facultades de los magistrados se rigen por el color de las llantas frontales del carro. El número de líderes locales se determina según el número de tubos de escape. La propaganda electoral se realiza a todo volumen entre coplas de Camela y Camarón, y los colores rojo o azul son sustituidos por bonitos motivos de tuneado.
En los plenos parlamentarios canis, se baila Azúcar Moreno y entre voto y voto, corren los porros y el sexo escañal. Sí, con 'a'.
Los canis votan en discotecas, puesto que siempre pensaron que "votar" y "botar" es lo mismo. "Sexo en los servicios" y "Queremos votar, votar" (Rosario Flores) son los lemas electorales de los dos principales partidos canis: "Perrea" y "Moda Teletubbie para ti".
El futuro de la democracia es incierto. Muchos votan de manera prejuiciosa por un partido independientemente de su buena o mala labor. Otros sin embargo optan por no votar y sólo tendencias radicales y propios de beber coca-cola a borbotones ( como hacen los austríacos) hacen que la gente se de cuenta de que hay que votar aunque sea poniendo un papelito en blanco en la urna, que ya lo dijo la señora Sara Mago.
La democracia pudiera, ojalá, volver a lo que fue en tiempos remotos, pudiendo todos votar por internet a cualquier ciudadano, sin necesidad de panfletos o avales bancarios asociados.
Según los expertos, existen dos posibilidades reales y una irreal concerniente al futuro de Ejpaña:
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